No hace falta que hagamos mucho esfuerzo para visualizar una imagen de Benaguasil en nuestra mente. Bastan un par de segundos para crear una foto en la que los bungalows, lofts, camiones de gran tonelaje, mil y un operarios con casco o gruas salpiquen el área urbana. Las cebollas y naranjos han sido sustituidos por estructuras de cemento y hierro cambiando por completo la fisionomía local.
Progreso o abuso. Esa es la eterna discusión en los últimos años. Dinero rápido y fácil sin acudir a Cofidis o agonía para un futuro. Habrá opiniones para todos los gustos, todas ellas respetables.
Ahora bien, si nos acogemos a este fugaz progreso porqué no se ve salpicada toda la población por igual. Por poner un ejemplo, me atrevería a decir que el 90 por ciento de las calles presenta un asfaltado horripilante, con grietas, agujeros, «bollos» y pegotes. No es la mejor manera de atraer a los visitantes. Al menos pinten señales viales de amarillo en todas las calles para significar que están «en obras». Supongo que el amarillo de la Avenida también denota provisionalidad.